Discusiones vecinales que acaban con una colleja. Personas extrañamente eufóricas que buscan ser consoladas por otros o buscan desahogarse como pueden a veces recurriendo a la violencia contra objetos, insomnio, nerviosismo e irritabilidad en la oficina que superan los niveles normales y, en muchas ocasiones supera también los niveles admisibles.
La culpa del aumento o del empeoramiento de la agresividad y de algunos desórdenes psíquicos en los meses estivales se atribuye al calor, que actúa como un detonante sobre la gente que sufre manías u otros desordenes, y por ende, trastornos obsesivos compulsivos o trastornos de pánico.
Más calor, humedad y horas de luz
En estos días, puede suceder que veamos en más gente de cuánto estamos acostumbrados manifestaciones de estos desórdenes, pero la buena noticia es que en paralelo veremos también como se reducirán las depresiones y los suicidios en grandes proporciones.
Cómo actúa el calor
El calor actúa como un resorte, porque actúa sobre el sistema neuroendocrino. Pero en verano bien los contactos sociales son obligatorios y eso a veces actúa como una suerte de necesidad vital que nos obliga a mantener la distancia física con otras personas.
Piensa en un bus lleno en invierno, con el frío y el gentío transmitiéndose calor humano, y contrástalo con uno en julio, lleno de gente y sudor, todos buscarán inconscientemente comprar un espacio aislado, mientras que cuando las temperaturas descienden se buscan voluntariamente el calor y la compañía, y si es buena mucho mejor.